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lunes, 25 de mayo de 2015

Ser o no ser utilizado

     Siempre hemos vivido en una sociedad en la que nos interrelacionamos de manera casual o voluntaria con otras personas que nos rodean y con quien nos cruzamos. Eso supone un esfuerzo en el que tratamos siempre de sacar nuestro mejor perfil, porque el ser humano a no ser que sea un huraño de nacimiento, trata siempre de agradar a sus semejantes y poner el lado bueno.

     Hay veces que eso se hace con mucho agrado, pero otras el esfuerzo pueden llevar a dos caminos, tratar de acomodarte a esas nuevas relaciones o acabar con un gran dolor de cabeza porque empiezas a no ser la persona que eras. Y aunque no se quiebren tus principios, pero empiezas a cuestiónarte cosas que nunca habías pretendido cuestionar. Y lo que nunca me he cuestionado es que no se puede caer bien a todo el mundo, y aquella persona que lo intenta, al final queda mal con quien posiblemente menos se lo merezca o mas sensible sea.

     Es cierto que a mi no me cuesta ser agradable con las personas y soy optimista, con lo que para mi no es cuestión de hipocresía tener un trato amable con mi entorno. Pero también noto estupendamente cuando alguna persona es amable pero es por interés. Que nunca he negado que la amistad tiene su punto de interés por ambas partes, pero es un toma y daca. El problema comienza cuando no se tiene tan claro que es lo que las personas quieren de ti, porque te puedes llevar alguna sorpresa.

     Cuando era pequeña odiaba que entre mis amigas existiera la típica competencia entre quien era mas amigo de quien o quien era el confidente de quien, para luego usar esa confianza en beneficio propio y siempre había alguien mas listo que se aprovechaba dando coba por un lado y por otro, hasta conseguir lo que les interesaba, haciendo incluso que por ser amigas algunas cambiaramos nuestra forma de ser para luego sentirnos traicionadas.

     Que eso ocurra cuando eres pequeña o adolescente tiene un pase, pero si esto ocurre en la vida adulta y te da la sensación de que te han utilizado, es cuando empiezas a pensar que hay algo que "huele a podrido en Dinamarca"

     Siempre esta la opción de achacar la reacción a un pataleo puntual o a la envidia por no ser reconocida la amistad, pero si una cosa tengo muy clara de toda mi vida es que la envidia no está entre mis cargas personales y que aunque todos necesitamos una palmada en la espalda porque somos humanos y tenemos días malos, hay palmadas en la espalda y reconocimientos que son el caramelo envenenado del día a día, o te puede dar la vena vanidosa, pero para eso tenemos siempre el recuerdo de la historia. Cuando algún general o emperador romano celebraba algún triunfo siempre iba al lado alguien que le decía "recuerda que eres mortal".

    Mi parte buena quiere pensar que todo ha sido un mal entendido, pero mi antena de toda la vida sabe perfectamente que no. He recibido varias señales y las he dejado standby hasta que casi ha saltado la liebre. Como un guión de una película se lo que va a pasar, y el final sera una estupenda retirada a los cuarteles de invierno y lo gracioso es que no me da pena, pero me fastidia que me utilicen aunque me vuelve a resultar divertido que cuando otros van yo hace tiempo que he vuelto. Y sobre todo lo que me hace sentirme mal es que en algún momento llegara a pensar que esa forma de ser realmente es cristiana, puede que lo sea, pero no es mi cristianismo y como nadie es perfecto nadie puede decir que como soy, pienso y actuó es mejor ni peor, pero lo que si se, que el mal sabor de boca que deja indica que algo no esta bien, yo he analizado mi parte, ahora espero que esas personas que utilizan a otras usando buenas palabras y mucho jabón piensen el daño que pueden hacer con su actitud. A mi me ha tocado de refilón, pero a quien le toca de lleno, le hace mucha pupa.
   

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