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martes, 14 de junio de 2016

Cuando llega la hora de las alabanzas






         Esta semana mientras estaba en una reunión del colegio tratando un tema de mi hijo pequeño, un alma caritativa de esas que abundan mucho y a la que yo mas bien califico de la "cotilla del barrio" se apresuró a llamar mi atención y contarme la noticia de la muerte unas horas antes del Párroco de la Iglesia de Santa María de Valdelagrana, zona donde residimos habitualmente, aunque ya hace dos años largos, desde la comunión de mi hijo pequeño que cerramos tras nosotros la puerta de la asistencia a esa parroquia a la que no considerábamos como nada nuestro.

         No diré que nos amargó la Comunión del niño porque sería darle mucho protagonismo a este personaje que como bien sabemos cuando pasan estos luctuosos hechos, les llega la hora de las Alabanzas y uno se plantea llegado el momento si vale la pena remover viejos comentarios mentales o es mejor dejar pasar el tiempo, pero como yo soy muy refranera o de frases similares me he acogido al igual que los americanos que se acogen a la quinta enmienda,   y así esta humilde blogguera lo hará a esa magnifica frase de "Al Cesar lo del Cesar y a Dios lo de Dios" que viene muy al caso por quien lo dijo. 

       Me hubiera gustado ver por un agujerito a todas aquellas personas que entre "lameculos y los típicos metiches y correveidiles" de la parroquia llenarían el recinto con caras compungidas y gesto lastimero, casi ni dejando sitio a aquellas personas, lo mismo alguna había, no vamos a dudarlo, que de verdad sentía la perdida de este personaje. Y llegados todos al punto de las alabanzas y loas por el difunto, llego a pensar que por caridad cristiana podría dejarlo pasar, pero va a ser que no. Cuando me comunicaron su fallecimiento, por la ética que practico no me alegré, aunque su paso al otro mundo tampoco ha supuesto que se haya desmontado una casa, dejando viuda e hijos, por lo que su pérdida queda en mi registro como una circunstancia normal en la vida del un ser vivo.

       Para mi, un párroco tiene tiene dos funciones, una terrenal y otra espiritual, el ministerio y el ser funcionario eclesiástico (como gestor de una parroquia) todo en una persona y la cosas aquí no era ni de buena gestión  ni en una dirección ni en la otra. Gestionaba la parroquia como un mero cortijo personal, comentario que le costó a un parroquiano en su día la expulsión de la casa parroquial,  que no de la Iglesia, porque es distinto y aunque luego se llegó a una "entente cordiale" eso nunca lo asumió, que alguien le recordara que está para el servicio de sus parroquianos, no para hacer su santa voluntad y del trabajo parroquial que debería desarrollar vimos mas bien poquito, ni queria grupo de Cáritas ni grupos pastorales ni nada de nada, catequesis y pastoral de adultos, poco mas. Alegaba que es que la gente no quería y puedo garantizar que voluntarios seguramente serían pocos, pero tampoco dio nunca pié a demostrar que tenía razón que conociéndolo como lo conocíamos lo cierto es que no movía un pie muy lejos del otro.

          No tuvo nunca "don" de gentes a no ser que pensara que con eso podría sacar algo de esas personas. Era comodón, en verano ponía el contestador automático en el teléfono parroquial para que no le molestaran, alegaba que es que la gente le llamaba para preguntar por las horas de misa y era muy molesto,  obvio decir que no le intentaras llamar si por un casual te iba la vida en ello y querías la "extremaunción". 

          Discriminaba a los niños a la hora de su participación en la comunión por el mero hecho de no ir a su parroquia a misa aunque sabía perfectamente que algún niño iba a otra parroquia por otros motivos, se le comentó que si necesitaba un justificante del otro párroco donde asistía el catecúmeno para que no tuviera dudas de su asistencia a misa y ante esa sugerencia como le dio un ataque de "soberbia manifiesta" se tuvo que callar, pero hizo todo lo posible para que ese niño no participara en nada durante su comunión, ni lecturas,  ni peticiones, ni nada de nada, llegamos a pensar que lo mismo hasta llegaba a negarle la comunión en el ultimo momento.

         En uno de sus berrinches habituales, al no saberse bien los niños de catequesis una oración como el consideraba que deberían de saberse, suspendió las promesas del bautismo de ese año, y esa ceremonia no le dio la gana de celebrarla como siempre se había hecho, con la solemnidad y la forma que requería. Creo que los niños ni se enteraron de lo que estaban haciendo.

           Llegó a insinuar que una niña que tenia una ligera minusvalía tampoco participaría en ningun acto dentro de la comunión, ni ofrendas, ni lecturas, ni peticiones, no fuera a interrumpir con su minusvalía el acto, cuando era una niña perfectamente adaptada y acogida por sus compañeros que a su vez eran compañeros del colegio, se logró que entrara en razones pero costó porque era de "Graná" de los de la mala "folla" y cabezón por igual.

           Mas de un niño se negó en su día a seguir en catequesis y no hizo la comunión, o los mas convencidos, cambiaron de Parroquia a otra del Puerto de Santa María, la Parroquia de la Palma, que durante muchos años tuvo un "llenazo". Eso de "dejad que los niños se acerquen a mi" no era precisamente su lema

          Acabó aburriendo y echando a los Scouts que estaban en la Parroquia y al final dejaron de ser de los grupos de scouts católicos, y se pasaron a ASDE, que son aconfesionales.

          Llegó a adelantar porque le convino a niños que no estaban preparados para que hicieran la confirmación con la idea de que como iba el Obispo y para quedar bien, el grupo fuera mas grande, casualmente algo debió de pasar porque ese año el Obispo no fue a la confirmación, la celebró el Vicario General.


            Todas estas y muchas cosas son las que llegada la hora de la alabanza, se correrá un tupido velo, pero hoy me he levantado con esas ganas de dar el golpe en la mesa y decir, pues conmigo no. Muchas personas pensarán que por qué no hicimos nada y sí lo hicimos ya que se mando una carta con estas mismas cosas que he narrado aquí y otras muchas mas, como su problemática con el alcohol y sus desplantes y movidas al Obispado a título informativo y nada de anónima, con nombres y apellidos, poniéndose el Vicario en contacto tanto con mi marido como conmigo y narrándole lo mismo de viva voz y ofreciéndonos si se necesitaba de nuestra presencia, porque nosotros no nos escondíamos. 

           Sabemos que el Vicario le hizo una visita, lo que obviamente le puso mas a mal y nos acusó de denunciarlo, que lo llamara como le diera la gana, nos traía totalmente sin cuidado, pero no íbamos a permitir que el día de mañana nuestros hijos pensaran que nosotros eramos de los "lameculos y correveidiles" habituales, que mucho quejarse en los bares, pero luego siguen con la antigua escuela de "¿Y como vamos a decir nada del cura?", pues se dice lo mismo que se diría de cualquier funcionario civil o militar que no realiza bien su trabajo y es un irresponsable, se le comentaría a su superior que ya tomaría la decisión que creyera conveniente.

         Por supuesto nada cambió en la Parroquia, ni pensábamos que iba a cambiar, pero nosotros nos dimos esa satisfacción y que quien me lo tenga que tener en cuenta me lo tenga, pero lo que está mal está mal aquí y en cualquier otro sitio. No volvimos mas porque no queríamos perder el tiempo allí y seguimos nuestra vida, porque como le dijimos al Vicario, nosotros seguiremos yendo a misa donde tengamos que ir porque Dios, si está desde luego no es de exclusividad de la Parroquia de Valdelagrana.

        Ahora que la vida ha pasado la factura, como ha de pasársela a todo el mundo, aprovecho para decir todo aquello que mientras unos deciden que sean alabanzas yo he decidido que sean nuestras realidades. Habrá personas que pensarán que exageramos o que tuvimos o tenemos mala baba, pues puede ser, pero no por ser cura, o estar muerto vamos a decir a todo que si y tener que negar lo evidente, no fue capaz de llevar adelante un proyecto como es una Parroquia y eso ya creo yo que no hay quien lo levante.

         Descansa en paz y que tardemos los demás mucho en acompañarte y el día que nos llegue la hora, a mi que me toque por otra zona, gracias.


PD. Esto también va dedicado a todas aquellas personas, cotillas, metiches de bar, candelabros y floreros que hacen de su vida un estar en la vida de los demás. Esos tampoco los quiero en mi entierro, dejaré una lista antes para que no les dejen pasar.